Los instrumentos de teclado (como el piano) no suelen formar parte de la orquesta aunque algunas veces sí se utilizan. En el caso del piano su aparición en la orquesta -como uso orquestal y no como solista- se dio con la antigua práctica de que un pianista tocase a lo largo de la pieza para mantener el tempo y dar soporte a los pasajes más desasistidos, función heredada del periodo barroco, en el que en el caso del clave, el maestro ejecutaba el bajo cifrado de la obra para mantener unido al conjunto.